Una breve mirada a los inicios, los acontecimientos y las razones por las cuáles hoy, ENA es uno de los gestores de infraestructuras de referencia.
ENA Infraestructuras (anteriormente denominada Empresa Nacional de Autopistas) se constituyó el 21 de marzo de 1984 como el vehículo gestor de los activos de autopistas (Audasa, Aucalsa y Audenasa) que la Administración adquirió de inversores privados en 1983. El Gobierno en ese año, debido a la crisis económica existente en aquel momento, decide intervenir el sector de las autopistas de peaje para incrementar el control sobre la promoción, construcción y gestión de las autopistas.
El primer paso en esta política fue la aprobación del Decreto-Ley de fecha 23 de noviembre de 1983, que autorizó al Estado la compra de la totalidad de las acciones representativas del capital de las empresas privadas concesionarias de autopistas de peaje Aucalsa y Audasa. Siguiendo la política iniciada meses atrás, el 5 de julio de 1984 el Estado compró el 50% de las acciones representativas del capital de Audenasa. Posteriormente, en el año 1995 ENA fue adjudicataria de una nueva concesión, Autoestradas de Galicia. En mayo de 2003 la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales adjudicó la venta de las acciones representativas del capital de ENA a un consorcio de empresas liderado por Sacyr Vallehermoso.
Una vez realizada la operación de venta, el grupo dejó de tener carácter público, procediéndose al cambio de denominación social por el de ENA Infraestructuras. Esta se incorporó a Itínere, la línea de negocios de concesiones de Sacyr Vallehermoso.
En junio 2009 Citi Infrastructure Partners (CIP) lanza una OPA sobre Itínere que es aceptada por SyV. El éxito de la misma deriva en un traspaso del control y del negocio de Itínere (en la que se engloba ENA y sus concesionarias) a CIP.